LOS REFERENTES A LA ANTIGÜEDAD: HAGIA SOFÍA
- Mareliss López Dávila
- Dec 19, 2024
- 2 min read
La arquitectura de Santa Sofía en Estambul representa una síntesis única de tradiciones arquitectónicas que se entrelazan a lo largo de siglos. Desde su concepción como iglesia cristiana hasta su transformación en mezquita y luego en museo, Santa Sofía ha sido testigo de diversas influencias culturales y religiosas, lo que la convierte en un símbolo de la diversidad y la evolución arquitectónica.
Originalmente construida como la iglesia Magalé Ecclesia durante el reinado de Constantino, la actual estructura de Santa Sofía fue erigida bajo el emperador Justiniano I en 532, a cargo de los arquitectos Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto. El edificio se destaca por su cúpula masiva, que parece flotar sobre el espacio gracias a un ingenioso sistema de soportes. Esta cúpula, con un diámetro de 31 metros y una altura de 56 metros, desafió las capacidades constructivas de la época. Igualmente, simboliza la unión del cielo y la tierra, un concepto central en el cristianismo oriental. La luz que se filtra a través de las numerosas ventanas de la cúpula crea un ambiente etéreo, reforzando la sensación de trascendencia.
El diseño de Santa Sofía combina elementos de la arquitectura romana, bizantina y oriental. Las grandes columnas, el mármol y los mosaicos dorados en el interior, junto con el uso de la planta centralizada y la forma de cruz griega, demuestran una maestría en la combinación de estética y funcionalidad. Además, la estructura de la iglesia incorpora una notable centralización del espacio que es acentuada por la impresionante cúpula. Esta se alza sobre el edificio de manera que dirige la atención del espectador hacia el centro.
La conversión de Santa Sofía en mezquita en 1453 marcó otro capítulo en su historia arquitectónica. Con la adición de los minaretes, el mihrap y las modificaciones en su decoración interior, la estructura se adaptó a los principios islámicos, como la orientación hacia la Meca y la eliminación de figuras representativas. A pesar de estos cambios, muchas de las características originales, como los mosaicos y las columnas, fueron preservadas, creando una mezcla visual y cultural que refleja la armonía entre el cristianismo y el islam.
Santa Sofía no solo es un logro arquitectónico impresionante, sino también un testimonio de la capacidad humana para fusionar diversas tradiciones culturales y religiosas en un solo espacio. Esta estructura sigue siendo un monumento clave para entender la evolución de la arquitectura religiosa y su capacidad para adaptarse a los cambios de los tiempos.

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